El aparato digestivo del conejo

El aparato digestivo del conejo presenta ciertas particularidades que son interesantes que conozcamos para entender mejor la importancia de su alimentación, basada en la fibra.

Los conejos son capaces de absorber y extraer nutrientes de un alimento tan pobre como la celulosa (fibra) a diferencia de otros mamíferos.

Podemos deducir también los efectos nocivos para el aparato digestivo producidos al ofrecer una alimentación rica en cereales, azúcares o proteína para la cual no están «diseñados».

Características del aparato digestivo del conejo

La alimentación del conejo debe basarse en el consumo de fibra puesto que se trata de un animal herbívoro estricto.

 

Sobre el disgestivo del conejo debemos tener en cuenta que, aunque se trate de una especie monogástrica (un solo estómago, como los carnívoros) su fisiología digestiva es más similar a la de los rumiantes o los caballos, ellos necesitan una flora intestinal equilibrada para digerir la fibra, conseguir nutrientes de ella y mantener la salud del individuo.

Poseen un ciego (parte inicial del intestino grueso) muy desarrollado con una flora bacteriana compleja responsable de la digestión de la celulosa (fibra).

 

ESTÓMAGO

  • El ph del estómago del conejo es ácido, entre 1 y 3.
  • Las bacterias que residen en el estómago son “acidófilas” , destruyen microorganismos presentes en los alimentos y actúan sobre ellos y sobre los cecotrofos.
  • Los alimentos se mezclan con los fluidos gástricos y permanecen en el estómago entre 3 y 4 horas.

INTESTINO DELGADO

  • La flora presente en el intestino delgado es similar a la de otros monogástricos, el ph es neutro (7).
  • En el intestino delgado el alimento se mezcla con enzimas hepáticas y junto a las bacterias se encargan de la mayor parte de la digestión.
  • En esta zona del digestivo del conejo es donde se absorbe la mayor parte de azúcares, almidones y proteínas.

INTESTINO GRUESO

En el aparato digestivo del conejo encontramos que, el intestino grueso se compone del colon y del ciego. Es en esta zona de su anatomía donde se encuentra una de las particularidades de esta especie: el nombrado ciego y su capacidad de fermentación de los alimentos.

Los conejos producen dos tipos de heces (heces duras y cecotrofos) y practican la coprofagia.

  • El ciego es un “saco” donde se produce la fermentación del alimento y se absorben los nutrientes que el intestino delgado no ha sido capaz de absorber.
  • La flora bacteriana del ciego es muy compleja e imprescindible para la digestión de la fibra, será en este tramo intestinal donde se produzca la absorción de la fibra.
  • Las bacterias cecales son capaces de romper la fibra y digerir la celulosa a diferencia del resto de bacterias del digestivo.
  • El colon produce contracciones y movimientos peristálticos que fraccionan el alimento.
  • Con estos movimientos separa también las partículas pequeñas de las más grandes, enviando a las más pequeñas hacia el ciego. De modo que las partículas pequeñas viajan hacia atrás de nuevo, hacía el ciego para su fermentación y las grandes siguen su curso por el colón. (dualidad)
  • Las partículas grandes (indigestibles) serán eliminadas como heces (redondas y duras).

 

Algunas de las sustancias producidas de esta fermentación son absorbidas a través de la pared del ciego pero la mayoría pasan a formar los cecotrofos, siendo absorbidos tras su ingesta. De este modo, el conejo aprovecha los nutrientes que no ha sido capaz de absorber en el primer paso por su digestivo, haciéndolo tan efectivo en el aprovechamiento de nutrientes tan pobres como la fibra.

Los cecotrofos son heces en racimo, de textura blanda y recubiertas por moco. Son ingeridas directamente por el conejo al ser defecadas.

  • Suelen eliminarse cada 12h pero varía según los hábitos alimentarios del animal (4-5h post-comida).
  • Ricos en proteínas (bacterias), vitaminas, aminoácidos esenciales, pobres en fibra.
  • Alrededor del 15-20% del total de materia seca/día ingerida por el conejo (alimento + cecotrofo) corresponde a cecotrofos.

Las heces secas son pobres en nutrientes y con gran contenido en fibra, la que no ha podido digerirse. También pueden ser ingeridas, su masticación reduce las partículas grandes difícilmente digeribles en otras más pequeñas y aptas para la fermentación.

Consecuencias de una dieta inadecuada

Como habéis podido leer, el aparato digestivo del conejo tiene sus particularidades, ellas dictaminan cuál debe ser la alimentación de nuestros conejos.

En dualvet nos gusta decir que los conejos están «diseñados» para digerir fibra, esto es cierto y la presencia de ese ciego tan desarrollado lo demuestra. Esa parte de su intestino grueso es la que se ocupa de fermentar la fibra que ingiere nuestro conejo y sacar nutrientes de ella, de algo con tan poco valor nutritivo en primera instancia.

Con esta información nos gustaría hacer hincapié en la gran importancia que tiene el alimentar adecuadamente a nuestros conejos,  ellos están «diseñados» para comer hierba, heno, plantas… no para comer todo tipo de cereales y fruta.

Ofreciéndoles a diario estos alimentos les producimos problemas gástricos a corto, medio y largo plazo, tales como diarreas al desequilibrar su delicada flora intestinal, obesidad, ilios y timpanismos o los tan graves y frecuentes problemas dentales (piezas dentales crecimiento continuo).

Una de las bacterias que habita en el digestivo del conejo es el llamado Clostridium, si éste sufre un sobrecrecimiento el equilibrio bacteriano del que hablamos se rompe. De modo que se producen muchas toxinas que van acumulándose de manera peligrosa, pudiendo establecerse una enterotoxemia, estado de gran gravedad para nuestros conejos (con gran peligro de muerte). Debemos intentar evitar que esto ocurra, aunque existan varios motivos para que esta bacteria crezca en exceso, una de las más importantes, es la dieta inadecuada, por lo tanto:

Tu conejo debe comer: HENO, HENO Y MÁS HENO!